Con las noticias sobre los últimos coletazos sangrientos de caraduras iluminados como Gadafi, Mubarak, Ben-Alí y otros sátrapas árabes, sorprendidos por las revueltas populares de ciudadanos que estaban hasta los mismísimos turbantes de tanto despotismo, me viene a la mente cierta escena de otro gran cómico, Charlot, en su película El gran dictador. Sirva este rap como homenaje a todas las víctimas heroicas de esos países. Y para los dictadores, un deseo: Iros ya... (valen2)
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